Despertamos ese día con la terrible noticia: se había producido un Golpe de Estado en Honduras. No había energía eléctrica, la información era escasa, confusa y manipulada, pero existían dos certezas: la primera es que Zelaya no había renunciado, la segunda que permanecer en casa a “esperar a ver qué pasa” no era una opción. Fue un momento definitorio.

Esa mañana me encontraba en Choluteca, inmediatamente traté de comunicarme con lxs compañerxs más cercanxs al proceso de la Cuarta Urna, uno de ellos me dijo <<andate el parque central más cercano, se están juntando ahí y organizando protestas por toda Honduras>>. Una nunca sabe cómo va a reaccionar en estos momentos, si me hubiesen preguntado el día anterior ¿Qué haría si se produjera un Golpe de Estado? no habría estado segura de mi reacción… Sin embargo ese día no tuve dudas, sino una urgencia por salir a las calles y unirme a la indignación colectiva. Decidí regresar a Tegucigalpa.

Por la carretera el Golpe se manifestaba plenamente: retenes militares por doquier y en la zona del Batallón un fuerte despliegue de armas de guerra. Ya no recuerdo que dijimos para sortearlos y llegar a Tegus, pero lo logramos. Decidí ir directamente a la Casa Presidencial, mi acompañante no estaba seguro de ello <<yo te llevo y me voy>> me dijo, acepté. Esa fue la primera de muchas jornadas en las que me iría sola a las calles, sabiendo que “mi gente” estaba allí.

Esa tarde lluviosa nos encontramos frente a la Presidencial: luchadorxs sociales, amigxs, familiares, antiguos compañerxs de universidad y profesores, unidxs todxs en la indignación! Unidxs contra el Golpe!

Habían logrado rescatar algunas urnas y votamos: SI a la consulta popular, SI a la cuarta Urna.

En ese momento aparentemente los militares todavía no tenían órdenes de reprimir, recuerdo que nos acercábamos y les interpelábamos, les reclamábamos, se les instaba a abandonar sus puestos y unirse al pueblo. Llegaron las cinco de la tarde y la segunda “cadena nacional” instaurando el primer “toque de queda”. Nos ordenaban abandonar la protesta y regresar a nuestras casas. Nos rehusamos. Unos cuantos centenares permanecimos a las inmediaciones de Casa Presidencial, pasamos ahí la noche rodeadxs por los militares, entre cortes de energía y ráfagas de disparos que auguraban la represión posterior. Esa noche surgió el Frente Nacional contra el Golpe de Estado.

Recuerdo que había fogatas en diversos puntos y muchos aprovechamos para secar nuestra ropa, empapada por la tormenta previa. Teníamos frío, hambre y sed, también temor, pero creo que el sentimiento que reinaba sobre los demás era la indignación colectiva y la firme decisión de RESISTIR. Así pasamos esa primera noche, en las inmediaciones de la Casa Presidencial, tratando de impedir la llegada de los golpistas.

La mañana siguiente el escenario sería totalmente distinto: mientras manteníamos nuestras trincheras pacíficas, defendidas únicamente con nuestros cuerpos y consignas, los contingentes militares se multiplicaban amenazantes a nuestro alrededor. Recuerdo claramente el grupo de cobras que nos rodeó a la altura de los auto-bancos, apuntaban directamente mientras nosotrxs cantábamos el Himno Nacional.

Sigo pensando que fue gracias a las cámaras de Telesur, cubriendo en vivo ese ángulo, que logramos “salvarnos” de ser lxs primerxs reprimidxs. No sé cuánto tiempo habrá durado la tensa situación, sin saber en qué momento comenzarían a dispararnos. Un diputado de la UD se acercó al oficial que dirigía el contingente, señalando las cámaras de televisión y a nosotrxs, parece que logró disuadirles temporalmente de lo “inoportuno” de una represión transmitida en vivo a nivel internacional. Pero la “prudencia” no duraría mucho…

Unas horas más tarde inició la primera represión brutal y en poco tiempo se apoderaron totalmente de la Casa Presidencial, comenzó la dictadura golpista. A 8 años del Golpe, más que nunca es necesario unirnos y luchar contra la dictadura, recuperar nuestra Honduras…