Honduras. Arte y cultura en resistencia

“Si no puedo ver por mí mismo la liberación de este
pueblo, la veré a través de mis ideas”.
Juan Bosch

El 15 de septiembre de 2010 será recordado por el pueblo hondureño como otro día infame, en que la brutal represión arremetió contra las voces de un pueblo que lucha por su libertad. A menos de 10 minutos de iniciado el concierto “¿Cuál independencia?” en la Plaza Central de San Pedro Sula, en el que artistas nacionales sumaban sus voces a las de miles de hondureños clamando por una verdadera independencia, al conmemorarse 189 años de la firma de la independencia de España, y tras 15 meses del golpe de Estado, la represión inició. En cuestión de minutos policías y militares descargaban su furia en el pueblo que cantaba a la esperanza: cientos de personas fueron intoxicadas, decenas golpeadas, heridas y detenidas, un hombre moría por asfixia.

…Teníamos 10 minutos de haber empezado el acto (…)
toda la movilización había sido pacífica y solo comenzó el
acto y de repente la represión comenzó, lanzando bombas
lacrimógenas sobre el escenario, empezó lanzando bombas
lacrimógenas sobre la gente en el perímetro de donde era el
concierto, en ese concierto habían niños, muchos ancianos,
habían adolescentes que estaban representando a sus colegios
con sus bandas…
Pavel Núñez- Café Guancasco
15 de septiembre de 2010

UN SIGLO DE LUCHA
La práctica artística e intelectual históricamente se ha identificado con los movimientos revolucionarios y los procesos emancipatorios de los pueblos, jugando un papel determinante en la construcción de los procesos de transformación y liberación de los pueblos. En Honduras, Froylán Turcios, uno de los más insignes y universales poetas e intelectuales hondureños, abanderó la lucha antiimperialista en Centroamérica en la década de 1920. Con su Boletín de Defensa Nacional denunció la política del “gran garrote” (Big Stick) con la invasión yanqui en Honduras en 1924, identificándose
también con la lucha antiimperialista de Sandino, cuya lucha, mediante
sus escritos y capacidad de incidencia internacionalizó(1).

Otro gran hondureño de letras, Ramón Amaya Amador, quien siendo muy joven trabajó en los campos bananeros de la United Fruit Co. en la Costa Atlántica, denunció a través de su novela los horrores del sistema y la esclavitud de los trabajadores de las plantaciones bananeras, siendo su testimonio “Prisión Verde”, su novela más célebre. Fue perseguido por una década: por la dictadura de Carías en Honduras –llevándolo al exilio en Guatemala– y luego perseguido en Guatemala tras el derrocamiento de Arbenz orquestado por la United con una invasión desde suelo hondureño.
En la década del 60, mientras estallaban los procesos revolucionarios en Latinoamérica, y se asentaban los regímenes militares en Honduras, la persecución arremetió con fuerza contra la práctica artística e intelectual, un libro o una canción fueron en ocasiones suficientes para acusar de subversión y cercenar la vida, intelectuales, artistas y estudiantes fueron perseguidos e incluso desaparecidos.
Vinculadas al movimiento estudiantil universitario y sindical, surgen en Honduras, en la década de los setenta, proyectos artísticos identificados con la lucha popular(2)  entre estos grupos teatrales fuertemente influenciados por el movimiento latinoamericano de creación colectiva con fuerte incidencia en los procesos de formación política a través del arte(3).

En la historia de Honduras, la participación directa de los trabajadores del arte y la cultura en las luchas populares es innegable, su investigación y visibilización constituyen una tarea urgente.

Seminario internacional Juan Bosch
EL GOLPE DE ESTADO DE 2009: DESARTICULANDO LA INSTITUCIONALIDAD, ARTICULANDO LA LUCHA
Luego de la desmovilización de los grupos armados centroamericanos producto de la firma de los acuerdos de paz, avanzada la década de los noventas, el proceso de distensión nos llevó ingenuamente a pensar que la persecución al arte y el pensamiento eran inconcebibles, que “la música y los libros prohibidos” habían quedado atrás, como otro de los absurdos irrepetibles de la infame década perdida y los regímenes militares, donde un estribillo o un verso eran suficientes para desaparecer en garras de los gorilas. ¡Nos equivocamos!
En pleno siglo XXI el horror se apoderó nuevamente de nuestro país.
Los trabajadores del arte y la cultura hondureños sumaron sus voces a las miles de voces que en repudio se alzaron el 28 de junio de 2009 ante el golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional de Manuel Zelaya Rosales. Se sumaron a la luchas en las calles,
en las plazas, en donde el pueblo se manifestase, llevando su trinchera artístico-cultural hasta los más golpeados y marginados por el sistema.
A pocos días del golpe, junto a las intensas jornadas de lucha en las calles, las y los trabajadores del arte y la cultura se organizaban, naciendo el colectivo Artistas en Resistencia (4) una organización política que lucha por la construcción del socialismo y la derrota del autoritarismo.

El golpismo arremetía con fuerza –arreciando la persecución, represión, despedazando la constitución y la institucionalidad– durante las primeras semanas de julio, la escalada represiva alcanzó todos los niveles: en las calles, en las casa, en los centros de trabajo,
en los centros de cultura. La institucionalidad del arte y la cultura fue despedazada, “nombraron” a Myrna Castro ministra del sector e inició la cacería de brujas: en menos de un mes había sido limpiado de la “amenaza progresista” el Ministerio.
La institucionalidad del arte y la cultura, surgida durante los regímenes militares más como un compromiso internacional que una política de Estado, que durante la gestión del Poder Ciudadano asumía la empresa de consolidar una política cultural, articulando y respaldando decididamente a la comunidad artístico cultural y sus procesos- fue despedazada como medida inmediata, la persecución y exilio del Ministro Rodolfo Pastor Fasquelle, historiador y académico comprometido, fue inmediato, seguido de la destitución del viceministro, Salvador Suazo, y la expulsión de integrantes clave del
equipo de trabajo; entre otros, Isadora Paz, gestora cultural e intérprete de la danza, que fungía como directora de la Unidad de Gestión; Rebeca Becerra, Poeta y literata en el cargo de directora de la Dirección del Libro y el Documento; Natalie Roque, historiadora en la dirección de la Hemeroteca Nacional, Darío A. Euraque, historiador y académico, gerente del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, Douglas Vargas, historiador en la Sub-Dirección del Archivo Nacional y Yesenia Martínez, historiadora que coordinaba el Centro de Investigaciones Históricas de Honduras, mientras se aprobaba
que este centro se convirtiera en una sede para los reservistas del ejército, ya que por su cercanía al Congreso Nacional y a la Plaza Central era un punto estratégico para orquestar la represión.
Como un balance sintético de las medidas inmediatas de desarticulación podríamos señalar que, durante el primer mes del golpe de Estado fue cancelada la agenda de cerca de 200 artistas y 35 espectáculos para participar en el Festival del Caribe en Santiago de
Cuba, una cartera de 60 proyectos culturales, entre ellos exposiciones, programas de televisión, presentación de libros, una jornada de memoria y reflexión dedicada al 40 aniversario de la guerra entre Honduras y El Salvador; la elaboración del Plan  interpretativo y Propuesta Museográfica para un nuevo Museo de Omoa, con especialistas de México, Estados Unidos y Costa Rica, y el II Congreso Centroamericano de Estudios Culturales, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, previsto para finales de julio, que fue desarrollado en la Universidad de Costa Rica, lanzándose una condena internacional al golpe en Honduras. (5)

El 6 de julio de 2009, cuando la sangre de Isis Obed Murillo –primer mártir de la resistencia hondureña– aún no secaba frente al aeropuerto, se realizó la primera jornada artística en resistencia, como un homenaje a las víctimas de la represión y al joven caído. La lucha del pueblo se fortalecía: se abría la trinchera artístico-cultural.

Uno de los primeros actos organizados por los artistas en resistencia fue el “maratón de alfabetización a Myrna Castro”, un acto político cultural con la participación de artistas y gestores de la cultura, en el cual se recaudaban libros para “alfabetizar” a la ministra
golpista, que proponía ante las cámaras televisivas del mundo la censura de la literatura “progresiva”(sic), evidenciando que nunca en su vida ha abierto un libro: condenó como subversivas obras fundamentales del acervo literario del país(6), evidenciando que nunca en su vida ha abierto un libro: condenó como subversivas obras fundamentales
del acervo literario del país(7),  proponiendo el cierre de las bibliotecas y casas de la cultura por considerarlas sitios de adoctrinamiento del ALBA.

Desde ese momento en casi toda jornada de lucha fuese movilización, concentración o asamblea, los artistas y trabajadores de la cultura se hicieron presentes, denunciando a través de su arte, luchando junto al pueblo portando como arma una guitarra, un libro,
una cámara, un pincel, sus cuerpos. Durante 2009 fueron desarrolladas cerca de 50 jornadas artísticas en diversas regiones del país, en el caso de Tegucigalpa, las jornadas llegaron a los barrios más marginados, llevando la denuncia y la conciencia al pueblo a través del arte.

Pero la trinchera artístico cultural no solo ocupó los escenarios con manifestaciones artísticas, incidió decididamente en la formación de cuadros político-culturales de amplia y puntual incidencia en la estructuración del FNRP, dando como resultado la integración y articulación de artistas dentro de las principales comisiones y coordinaciones políticas de la Resistencia.
Del seno de la comunidad artística y cultural hondureña en Resistencia surgieron muchísimas voces orientadoras, que a través de artículos, ponencias e intervenciones en medios nacionales y espacios internacionales, crearon importantes nexos con la solidaridad internacional –principal cometido inicial– y contribuyeron efectivamente
en la creación de plataformas informáticas para romper el cerco mediático durante los primeros momentos, en los que la desinformación se convirtió en una de las principales estrategias del golpismo.

El derecho al disfrute del arte en todas sus manifestaciones ha sido una de las inclaudicables trincheras de lucha de la resistencia hondureña: se han organizado jornadas artístico-culturales en los más marginados rincones del país, desde las colonias más conflictivas de Tegucigalpa y otras ciudades, hasta en la zona del Aguan, donde militares y paramilitares al servicio de los terratenientes asesinan permanentemente a las familias campesinas.

“Voces contra el Golpe”, en agosto de 2009, fue la primera gran trinchera artística internacional en que por espacio de más de diez horas artistas de Argentina, Guatemala, Honduras y Venezuela unieron sus voces en un gran concierto contra el golpe militar, exigiendo el restablecimiento del orden constitucional, con el urgente compromiso de los artistas por adoptar una postura común y firme contra el golpe de Estado.
¿Y quién dijo miedo?
Las voces y expresiones artísticas en resistencia han permanecido firmes junto a la lucha del pueblo. El 27 de enero de 2010 acompañaron al pueblo a despedir a Manuel Zelaya en su partida al exilio en República Dominicana, activaron junto al pueblo en numerosas
jornadas de lucha y el 28 de junio, al conmemorarse un año del golpe de Estado, aportaron no solo sus voces y arte en un concierto, también el documental ¿Quién dijo miedo? Testimonial del primer año de lucha del pueblo hondureño.
Esas voces en resistencia también gritaban el 15 de septiembre de 2010 ¿Cuál independencia? cuando la represión intentó acallarles. Un año ha pasado ya desde la infame represión en San Pedro Sula y otros actos represivos contra los artistas se han sumado: el 28 de junio de 2011 al conmemorarse el segundo aniversario del golpe
de Estado, un grupo de artistas, mientras realizaban una acción en contra de la militarización, fue reprimido salvajemente a inmediaciones de la base militar estadounidense de Palmerola.
Muchos otros compañeros y compañeras artistas y gestores culturales han sido reprimidos, perseguidos, amenazados y apresados. Desde los primeros momentos el sector ha sufrido los embates del golpismo, en agosto del 2009 estudiantes y jóvenes
artistas fueron detenidos y golpeados luego de participar en un acto de repudio a la golpista Myrna Castro en la biblioteca Nacional, la poeta Rebeca Becerra fue detenida junto a su pequeña hija en diciembre de 2009, permaneció durante varias horas sin levantarse más cargo en su contra que la voluntad golpista de humillarle y privarle de libertad.
Los artistas también se han sumado a los mártires de la resistencia, el primero de ellos Renán Fajardo, que el 23 de diciembre de 2009 fue encontrado estrangulado en su apartamento, pese a los signos de violencia, la investigación dictaminó como “suicidio” la
causa probable de muerte. El 10 de julio de 2011 apareció asesinado Héctor Daniel González “Jerónimo”, trovador popular que empuñando su guitarra denunció por décadas y luchó hasta el final. Lo encontraron tirado: el sobreviviente de tantas calles y luchas ahora aparecía víctima de un “atropellamiento”.

La lista de actos represivos e intimidatorios contra artistas y gestores de la cultura entre 2010 y 2011 es extensa: Múltiples “asaltos”, en los que más de un compañero (a) ha terminado hospitalizado, Jairo, flautista de Café Guancasco entre los más recientes.
A MANERA DE CIERRE
El aporte de los artistas y trabajadores de la cultura es innegable e invaluable, siendo fundamental en el proceso de lucha dela resistencia hondureña, su lucha inclaudicable, coraje y compromiso han determinado la ampliación del espíritu en resistencia, impulsando una cultura en liberación. Aunque persecución y represión
son dos términos ahora vinculados al trabajo artístico y cultural, desde todos los rincones del país, en los escenarios, medios de comunicación alternativa, foros, asambleas y seminarios internacionales, trabajadores del arte y la cultura siguen contribuyendo al despertar de conciencia y al fortalecimiento de la lucha del pueblo hondureño.

Referencia: Roque Sandoval, M. Natalie «Honduras. Arte y cultura en resistencia» en La vigencia de Juan Bosch: “Democracia verdadera” y cambio social en la mirada latinoamericana. Santo Domingo:Fundación Juan Bosch (2012) Pp. 203-2013.

SEMINARIO INTERNACIONAL (Democracia verdadera)…

NOTAS

(1) Pita González, Alexandra. Historia y Antiimperialismo: Yanquilandia Bárbara de
Alberto Ghiraldo. Proyecto de investigación Clásicos del pensamiento antiimperialista
del periodo 1890-1940, El Colegio de México. Versión electrónica en http://
shial.colmex.mx/docs/Pita_Grillo.pdf P.14. 84 Reyes García, Candelario. Una década de b

(2) Reyes García, Candelario. Una década de búsqueda del teatro hondureño. En
LATIN AMERICAN THEATRE REVIEW, Spring 1992, P.108. Versión electrónica
consultada en https://journals.ku.edu/index.php/latr/article/viewFile/
927/902

(3) 5 El Teatro Experimental la Merced (TEUM); Teatro Obrero del Pueblo Unido
(TOPU); y Teatro Popular Universitario (TPU).

(4) 6 Artistas contra el Golpe o Artistas del Frente de Resistencia en 2009.

(5) Martínez García, Yesenia. Una aproximación al impacto del golpe de Estado sobre
las instituciones culturales. Julio de 2010.

(6) Umaña, Helen. Delitos de lesa cultura. En http://voselsoberano.com/v1/
index.php?option=com_content&view=article&id=26:delitos-de-lesa-cultura-helen-umana&catid=2:opinion

(7) Transcripción de la declaración de Myrna Castro: “Bueno, muy buenas tardes a
todos que nos acompañan en, en, esta mañana aquí en esta tarde, aprovechando la
presencia de los diferentes sectores, eh, quiero hacer una denuncia y quiero que
ustedes mismos aquí me contesten sobre la prórroga de lo que es, eh, la parte del
Plan de Alternativa de los países bole, bolivarianos el ALBA donde, hay un programa
cultural, donde nuestras Casas de la Cultura iban a convertirse en Casas del
ALBA; donde las bibliotecas iban a difundir lo que es una literatura que es revolucionaria,
progresiva, y ese era un, un acuerdo que también tiene un fondo común
donde la parte doctrinaria la iban a trabajar en los diferentes sectores. Por eso quiero
preguntarles aquí, ustedes como los diferentes sectores, si quieren que por medio del
Congreso Nacional se derogue precisamente esa parte que viene en detrimento a
nuestra cultura nacional. Porque lo único que viene hacer es un lavado de doctrinas
que se iba a llevar a cabo a nivel nacional para ir trabajando en los sectores más
pobres, con las etnias, con los garífunas, con los diferentes sectores que realmente
son más vulnerables. Así que bueno, Señor Presidente le dejo a usted la inquietud,
y a ustedes, por supuesto que, que, para que… digan. Soy Myrna Castro, actual
Ministra de Cultura Artes y Deportes, muchas gracias”. Video en http://
http://www.youtube.com/watch?v=USH2H2-Brmw

Blog y archivo digital de Natalie Roque Sandoval, hondureña en resistencia, feminista, aprendiz de historia de Honduras y activista social.